¿Sientes que no puedes salir?

Te has sentido alguna vez como que estás en un hoyo y no puedes salir?, por más que lo intentas con tus fuerzas, es algo que te supera.

Un hombre, tenía muchas deudas, fue tanto así, que lo llamó un abogado para decirle que debe presentarse para llegar a un acuerdo. En ese momento sintió mucho temor, pues la situación se tornó un tanto complicado porque ya había pasado a judicial. 

En medio de la desesperación, pidió ayuda a sus conocidos, amigos, pero finalmente nadie le dió la solución definitiva. En realidad, no le quedaba otra que enfrentar la situación.

Acongojado, sin poder dormir, su rostro ya se envejecía de la preocupación, su cuello se veía más delgado y al tragar, era más lento, porque sentía mucha preocupación. Se presentó ante el abogado, nervioso y abrumado por todo lo que estaba aconteciendo. El abogado llega, era muy joven, con un rostro muy limpio y luminoso. Le dice "siéntese y se presenta".

Comienzan hablar de la situación, el abogado le dice, "Mire señor, tenemos una situación que ambos ya la conocemos, pero no me diga más nada, busquemos solución. He abogado por su deuda, por todas, así que no se acongoje más, he venido para darle paz, tranquilidad, así que desde hoy duerma tranquilo, salga de acá y no lo vuelva hacer más" El hombre sorprendido, con sus ojos al punto ya de caer una lágrima, su rostro más activo, esbozaba una leve sonrisa. El abogado le dice "comience a tomar buenas decisiones, no se haga daño usted mismo, acérquese a Dios, deje que él haga lo que le corresponde.

Dios, quiere que tú y yo vivamos de tal manera, que a pesar de las dificultades confiemos en él. Por su puesto, nada es instantáneo, pero él nos aconseja a tomar buenas decisiones para vivir completamente libres.

Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu. (Salmos 34:18)

Mildred Iriarte A.