Mi alma tiene sed de Dios
Lee Salmos 42, el salmista nos habla de cómo se sentía y lo dejó plasmado de la siguiente manera:
- Con lágrimas, sus enemigos lo cuestionan.
- Recordando el pasado, esto lo abate.
- Se siente olvidado, enlutado
- Sus enemigos lo afrentan
¿Te ha pasado alguna vez?, ¿te han cuestionado?, ¿vives recordando el pasado?, ¿sientes que nadie se acuerda de ti?, ¿te han enfrentado, al punto de ofenderte?, lee detenidamente el Salmos 42.
¿Qué hizo el Salmista?
- Clamar.
- Tiene sed de Dios, del Dios vivo. Nuestra sed de Dios es única y nadie ni nada puede saciarla.
- Se presenta delante de Dios.
- Esperó en Dios.
- Ora.
¿Qué hacemos nosotros cuando estamos atravesando alguna
situación difícil?
Toma unos minutos para pensar qué haces, a qué recurres en medio de las crisis.
Lee nuevamente Salmos 42 y mira lo que hizo el Salmista:
- ¿Haces tú lo mismo?
- ¿Buscas consuelo en otras personas, en vicios o en otras cosas?
- ¿Vas directamente a saciar tu sed con el único que tiene agua de vida eterna?.
¿Cómo te encuentras tú hoy?
- ¿A veces invierto tiempo en pensamientos negativos perdiendo el verdadero sentido de Dios?
- ¿Por qué en circunstancias vivo como enlutada?
Toma unos minutos para pensar si te encuentras en alguna de estas situaciones...Pídele a Dios que venga en este momento a tu vida y traiga el consuelo, la paz, la palabra y el abrazo que estás necesitando.
Mi alma debe tener sed de Dios día a día, amarle y enamorarme más de él. Debo esperar en Dios, porque mi corazón debe alabarle en todo tiempo.
Mi corazón debe estar conectado con Dios día a día y no cuestionar cuando venga una tormenta, debo esperar siempre en el Señor que es mi roca y mi salvación...siempre mi alma debe tener sed del Dios vivo. El enfoque es Dios siempre.
Mildred Iriarte A.