Jesús es mi luz y mi salvación
David vivió peligros muy grandes y difíciles,
sin embargo el sabía que Dios era más grande que cualquier
amenaza. El conocía a Dios, por eso sabía que Dios lo
ayudaría en cualquier circunstancia.
Quizás en algún momento te sentirás en problemas difíciles de superar, problemas financieros, problemas de salud, problemas con tu padres, problemas matrimoniales, etc, pero nada es imposible para Dios. Cuando Dios está con nosotros podemos enfrentar ejércitos con confianza.
Cuando te sientas en dificultad, recuerda lo que nos habla salmista, refugiarte en la presencia de Dios, el secreto está en la oración, no hay más. David clamaba a Dios cuando se sentía inseguro o con miedo. Él sabía que no podía hacer nada por sí solo. Necesitaba a Dios, sentir su presencia, ver su rostro. Nadie más podía salvarle. Todos nos sentimos inseguros en algunos momentos. Cuando esto sucede necesitamos clamar a Dios por ayuda, ir delante de él en oración y ruego. Dios siempre escucha a los que ponen su confianza en él. Él no nos abandona en nuestra hora de necesidad.
Sin duda la espera y confianza en Dios hará que vivamos tranquilos y seguros.
¿Cuál es la promesa de Dios?
Mildred Iriarte A.